Me pregunto si aun me oyes todavía,
si queda algo de ti en mi lejanía.
Yo, que soy fruto de
tus fallos y virtudes,
tus derrotas y victorias,
tus aciertos y manías,
la suma de tus noches y reproches,
de tus días,
la resta de tus gestas,
de tus idas y venidas.
Por si me contestas a preguntas con preguntas,
te diré que hay respuestas
que no serán respondidas.
Que sepas que la ira caduca pero contamina,
que no hay camino
sino estela de los que caminan sin quitamiedos, que te podrás
llevar el palo de tu vida
o llegar adonde nadie llegó en sus sueños.
Que no hay imposibles, sólo improbables
para que cobardes
no se atrevan, presos por el miedo.
No dejes que nadie te diga
que no hagas esto o aquello,
que no sirves ni que vales,
porque vales más que ellos.
No quieras compararte.
Nunca es demasiado tarde
para que alguien rectifique.
Que la gente ya no busca espejos donde mirarse,
sólo malos ejemplos que los justifiquen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario