Soy una mala mujer porque alzo la voz,
porque no me molesta pagar la cuenta,
ni abrir mi propia puerta.
Porque no me dejo y si me quiebro me repongo.
Porque me sacudo las lágrimas, me acomodo el escote y
sigo hacia delante.
Por eso soy una mala mujer, porque no nací sumisa,
callada, quieta ni frágil… sino fuerte y estridente.
Porque cuando llego se nota, y cuando me voy… Se siente.
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